Reseña: El día que el océano te mire a los ojos

Título: El día que el océano te mire a los ojos

Autora: Dulcinea (Paola Calasanz)

Editorial: Roca editorial

Año: 2017  

Páginas: 282

Precio: 17,00 €

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Aurora es una artista libre e impulsiva que tiene un precioso estudio de pintura frente a la playa de un pequeño pueblo al sur de California. Adoras las piedras naturales, los gatos, y andar descalza contemplando el cielo nocturno. Pero todo da un vuelco el día que descubre que le quedan pocos meses de vida y, por si fuera poco, que su chico le ha sido infiel.

Es entonces cuando decide dar un giro radical a su manera de entender el mundo, que coincide con la llegada al pueblo de Narel, el nuevo guardafauna marino que pondrá patas arriba su existencia. Junto a él emprenderá un viaje en el que no solo conocerá la belleza de las ballenas del Pacífico, sino también la magia del amor y la importancia de vivir cada momento como si fuera el último. 

Aurora comienza su viernes de la peor forma posible: le han diagnosticado la enfermedad incurable que acabó con su madre. Y, por si eso fuera poco, nada más llegar a casa descubre que su novio le engaña con otra. ¿Algo podría ir peor? Pero Aurora no dejará que la maldita enfermedad le destroce los últimos meses de vida, así que cambia su actitud y decide vivir cada día como si fuera el último. Es entonces cuando aparece Narel y su pequeña Sam, quienes conseguirán que nuestra protagonista viva la vida al máximo. 

Para entender este libro, hay que conocer a su autora. Paola Calasanz, más conocida en las redes como Dulcinea, es directora de arte, instagrammer y youtuber. Cuenta con miles de seguidores, en parte, gracias a sus colaboraciones con el programa de televisión El Hormiguero, en el cual ha publicado vídeos muy emotivos que han tocado un poquito el corazón a todo el que los haya visto. Y digo que para entender el libro, hay que conocer a la autora porque Paola, además de todo lo ya comentado, también es fundadora y propietaria de la reserva de animales salvajes Reserva Wild Forest (Os dejo AQUÍ el link por si queréis investigar un poquito ya que hace una labor preciosa). En sus libros podemos apreciar un marcado amor por los animales, llamadas al veganismo y a cuidar el planeta. 

El año pasado, mi madre me regalo dos libros de esta autora: El día que sueñes con flores salvajes, su primer libro, y este. El primero lo leí en cuanto me los dio, pero me dejó un sabor agridulce y decidí esperar un tiempo para leer el siguiente. Como temía, Paola me ha vuelto a dejar ese sabor agridulce... Ahora os cuento por qué.

La idea en sí no está mal, es más, me ha gustado bastante porque creo que no he leído un libro con un argumento así nunca. Pero el caso es que la idea tiene potencial, (de ahí la parte dulce), pero creo que la autora no ha sabido aprovecharla del todo, (de ahí la parte agria). 

La forma de escribir de la autora no me convence. Está narrado en presente, y tenemos a Aurora como narradora. Esa forma de narrar me gusta, pero Paola no ha conseguido hacer que me meta en la historia porque había partes en las que sentía que estaba leyendo una historia (no muy currada) en Wattpad. Con esto no quiero decir que esté mal escrita, sino que tiene momentos demasiado peliculeros en los que se denota una escritura que debe madurar; quizás lo único que necesita la autora es un poco más de experiencia en este mundo. 

Los personajes también podrían dar más de sí. La protagonista, Aurora, es una artista maravillosa que siempre va perfecta, es guapísima y tiene mil y una cualidades. Esto me ha sacado un poco de la historia porque, de verdad, nadie puede ser tan perfecto en la realidad. Además, otra cosa que no me ha gustado de ella es su capacidad para tomar decisiones que luego no cumple (decisiones que no voy a comentar porque sino os destriparía el libro). Pero si debo comentar algo que sí me ha gustado de ella es su fuerza para seguir adelante de una manera tan positiva.

Encontramos también a Narel, mi personaje favorito de la historia. Es un personaje reservado, que sabe lo que tiene que decir y cuándo debe hacerlo. Hacia el final de la historia me trastoca un poco una decisión que toma, o más bien dicho, un pensamiento que expresa, pero en el fondo lo entiendo. Es un padre ejemplar y su amor por las ballenas se refleja durante todo el libro. 

Su hija, Sam, me gustaba a ratos. Es una niña de seis años que mantiene conversaciones demasiado maduras para su edad. Si bien es verdad que esa era la idea de la autora, a mí no termina de gustarme porque considero que algunas frases son demasiado maduras para ella. 

John y Cloe son los amigos de Aurora, dos personajes secundarios que aparecen de vez en cuando. Mike es el novio de nuestra protagonista, le pone los cuernos al principio de la historia pero su relación no acaba ahí; en este caso sí me ha gustado cómo la autora ha abordado los sentimientos de estos dos personajes. Leeremos también a la entrañable vecina de Aurora, Esmeralda, y a Paul, un personaje al que no le he encontrado finalidad en esta historia.

El final...ay, el final. Conforme pasaba la segunda mitad del libro ya me olía que iba a acabar así. La autora no da pistas, pero estaba demasiado claro vistas las características «peliculeras» del libro. Por una parte me ha gustado que acabara así, pero por otra el final me ha hecho ver lo que ya pensaba durante el libro: la escritura de la autora debe madurar (y estoy seguro que lo hará, porque tiene potencial).

No os miento, este libro tiene cosas buenas, pero a mi parecer le ganan las malas (o no tan buenas). En definitiva, es una lectura rápida, que se puede leer en dos días sin problema. El día que el océano te mire a los ojos es una historia de amor romántico y amor por la naturaleza, acompañada de una gran moraleja: vive la vida como si te fueras a morir mañana.

2,5/5

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