jueves, 9 de junio de 2016

Reseña: Estaciones de paso




SINOPSIS



Tal vez las verdaderas experiencias emocionales, las que nunca se olvidan, sean las que se producen en la adolescencia, ese territorio quebradizo en el que uno se asoma por primera vez a la vida adulta. Estaciones de paso recoge cinco historias de adolescentes abocados a vivir circunstancias que les sobrepasan, pero que, sin sospecharlo, acabarán forjándoles como adultos. Son historias de determinación y coraje, de conflicto con el entorno familiar, pero también de amor, de educación sentimental y de formación de la conciencia. 

Como el muchacho de «Demostración de la existencia de Dios», que mediante el relato ingenuo de un partido de fútbol narra su tragedia. O la joven que en «Tabaco y negro» se siente heredera de un don y de un oficio legendarios. O Carlos, que evoca en «El capitán de la fila india» las vacaciones que vieron nacer su compromiso político. O Maite, que en «Receta de verano» cocina su confusión interior mientras cuida de un padre inválido. O Tomás, que en «Mozart, y Brahms, y Corelli» consigue seducir a una mujer tan bella que era pura música. En Estaciones de paso, Almudena Grandes ofrece una galería inolvidable de jóvenes, aturdidos y desorientados, pero empeñados en salir adelante, magistralmente retratados aquí a partir de pretextos tan dispares como el fútbol, los toros, la política, la cocina o la música...


OPINIÓN PERSONAL

Estaciones de paso llegó a mis manos hace muy poquito. Necesitaba leer un libro de algún autor o autora de lengua española para clase y mi mente pensó de forma instantánea en Almudena Grandes, ya que este año he leído alguna de sus novelas y no me han decepcionado.

Almudena nos narra de forma coloquial y amena cinco relatos diferentes pero con un punto en común: todos transcurren en la difícil etapa de la adolescencia. De los cinco, yo considero que hay dos que
destacan tanto por tener mayor calidad narrativa, como por sus temas. Pero en general, todos son originales y muy realistas, y  después de leerlos recuerdas a los personajes tanto como si los conocieras en persona ya
que Almudena los desarrolla detalladamente.

El primero es Demostración de la existencia de Dios. Narrado de una forma muy coloquial, Rafa habla mentalmente con Dios como si se tratara de un amigo mientras ve con su padre un partido del Atleti, su equipo. El protagonista le ruega a Dios que gane el Atleti y, a raíz de eso, comienza a reprocharle la muerte de su hermano enfermo de leucemia, quien también era muy colchonero. Rafa cuenta todo lo que tuvo que soportar su familia tras la perdida de su hermano mayor, una perdida irremplazable y eterna.

Seguidamente aparece Tabaco y Negro, uno de mis favoritos. Cuenta la vida de Paloma, una adolescente que admira a su abuelo, el mejor sastre de toreros de la ciudad. Cuando la protagonista consigue un trabajo en una tienda de trajes de novia, aparece una familia que, sin saberlo. le mostrarán su don, un don que ella misma explica con estas preciosas palabras: ver no es lo mismo que mirar, y al mirar, no todos vemos lo mismo.

El siguiente es El capitán de la fila india. Este relato no me gustó tanto, creo que la autora se dejó llevar e incluyó demasiada información innecesaria, por lo que me costaba centrarme en él. Trata de Carlitos, un padre de familia que prepara los papeles para vender o rehabilitar la casa de sus abuelos, en la que pasó su infancia. Recordar esa casa le trae a la mente muchas memorias que va narrando junto con su vida actual.

Otro de mis favoritos es Receta de verano, un relato que muestra la dura adolescencia que tuvo que atravesar Maite cuidando a su padre tras  sufrir un accidente laboral. La historia narra también la otra cara de la juventud, el descubrimiento de los chicos y de lo que provocan en ella. Maite se siente confusa con la mezcla de sentimientos que  todas esas nuevas circunstancias le producen y, justamente eso, la autora lo plasma perfectamente.

Y por último, Mozart, y Brahms, y Corelli. Un relato al que no le he encontrado del todo el propósito. La historia habla de Tomás, un niño gordito que se siente feo. Normalmente es muy educado, pero últimamente no deja de hacer pellas con sus amigos para ir a saludar a las prostitutas. Al poco tiempo se siente identificado con una de ellas por su aspecto y reúne el valor para hablar con ella. Además, la música también tiene un gran papel en esta obra.

En conclusión, Almudena narra en estos pequeños cinco relatos, un mundo de adolescentes que sufren pero no se bajan en la estación de paso, sino que superan los problemas y llegan a la última estación, a su destino.


Le doy 3 de 5 porque hubieron relatos que me hicieron pensar, sentirme identificada, pero leí otros que no me hicieron sentir nada y no entendía realmente su propósito.


4 comentarios:

  1. ¡Hola! No conozco el libro pero la verdad no me llama mucho la atención
    Besos <3

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  2. ¡Hola! Este libro creo que no es para mí pero gracias por tu reseña.
    Besos.

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  3. Hola, yo lo dejo pasar, pero soy de la iniciativa seamos seguidores y ya te sigo, te invito a mi blog, http://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/

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  4. hola,
    de esta autora lei Malena es nombre de tango que me gusto mucho. Desde entonces no he vuelto a leer nada suyo, quizas me anime

    un beso

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